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"Gente vividora, sin compromisos, y después se quejan,¡no te jode!"

El moroso muerto.

El moroso muerto.

Bueno, bueno, bueno… Hacía mucho tiempo que no me pasaba por aquí. Incluso se me había olvidado que tenía un blog. La verdad es que yo solo escribo en dos ocasiones: cuando llueve y cuando no llueve. Pero también se tiene que dar la circunstancia (no sé si es con “n” pero queda de puta madre) de que el día anterior halla bebido y tenga una resaca de campeonato.

Hoy es un día de esos, te despiertas a las dos de la tarde tirado en la cama boca abajo con los zapatos de charol puestos, el jersey tirado en medio de la habitación, una pica de un cigarro en la oreja y un olor a alcohol que si entra alguien con la gripe se le mueren todos los virus en el instante. Bueno, te intentas levantar y apenas ves del mareo que tienes, además del dolor de barriga, los ojos rojos y muchas ganas de agua. En ese momento te prometes a ti mismo que nunca más vas a probar el alcohol pero llega “la hora del café” y que pides en el bar, pues una ceveza joder.

Bueno a lo que iba., hace muchos años yo tenía un amigo (ha muerto) que se creía el rey del mambo. Él me dio mi primera calada de un porro, me invitó a la primera cervecita, ALABADA SEA SU PUTA MADRE!.

La verdad es que no le guardo mucho rencor. Al final Dios siempre nos pone donde debemos estar, y ha decidido su lugar, “bajo tierra”.

El caso es que un día estábamos jugando la partida de cartas cuando de repente me suena el teléfono. Os pego la conversación:

-         ¿Digamelonnnnnn?

-         Soy la madre de “Rafael”, mi hijo ha muerto.

-         No me jodassssssss, que mañana tenemos el torneo de tute.

-         Pues no va a poder ser…

  

En fin, otro año me quedé sin torneo. Además el chico este me debía una suma importante de dinero. Por pitos o por flautas no me lo había dado y yo sin ese dinero no que me quería quedar.

Al día siguiente fuimos al entierro con trajes negros y gafas de sol, parecíamos los de men in black pero en la versión fea. Cuando se acababa el funeral salió un tío suyo y le dedicó unas palabras. Yo me había fumado un porro antes y dije: ésta es la mía.

Agarré el micro y dije estas palabras: “Queridos hermanos, hoy estamos aquí para despediros de este gran hombre, pero en realidad yo he venido a decirle a estos señores que su hijo me debía pasta, y creo que el ya no podrá dármela en mano. Ai, menos mal que la puerta estaba cerca si no me matan allí.

Bueno por hoy lo dejamos que es como una pequeña toma de contacto para agilizar las neuronas.

 

3 comentarios

Silvia -

A VER CUANDO TE ANIMAS a publicar algo nuevo , estoy segura de que tienes interesantes historias que contarnos , yo estoy deseandito de leerlas , andaaaaaa perezosillo , te metí en mi blog en blogs favoritos , así que a currartelo ehhhh!!
Saludos^^

Dr_Who -

te dejo el correo

SANDRINA -

después de la pequeña aclaración q m acaba d hacer Victor (cualquier parecido de la historia con la realidad es pura casualidad..) tengo q decir...q crack eres!!!vaya imaginación tienes tío..me dejas alucinada...

1beso